Cómo y por qué enfocar tu estrategia en la orientación al paciente
Si bien las decisiones de estrategia, protocolos y demás idiosincrasia en el funcionamiento de la clínica dental corre a cargo del director o gerente de la clínica, en cohesión con el resto del equipo humano, es innegable el hecho de que el paciente es, o debe ser, el centro sobre el que gire la práctica clínica.
Orientarnos hacia el paciente es mucho más que una actitud, debe ser una filosofía de trabajo, el centro de las decisiones que tomemos en todas las áreas organizativas que afectan al proceso de gestión y que han de adaptarse a su repercusión en los pacientes.
En este artículo te dejamos algunas de las claves para realizar esta labor y conseguir mejorar aún más la estrategia que tenemos definida.
DEFINE Y SEGMENTA ADECUADAMENTE TU PÚBLICO OBJETIVO
Cada paciente es un conjunto de características y tiene unas necesidades específicas propias, más muchas de ellas son compartidas por otras personas de igual o semejante índole. El objetivo es definir a quién nos dirigimos y cuáles de sus necesidades queremos y podemos cubrir. Un gran error es querer llegar a donde no podemos o abarcar demasiado, sin conocer cuáles son nuestros puntos fuertes que nos permitan realizar una odontología de calidad. Cuando eso ocurre, la frustración hace mella en el equipo, que siente que sus esfuerzos no se ven recompensados, llegando el desánimo y, en consecuencia, la ineficiencia. Conoce a fondo a tus pacientes, hazte sabedor de sus deseos y expectativas y enfoca todos tus recursos en ser la solución a ellos.
DALE VOZ A TU PACIENTE
¿Qué mejor manera de conocer a los pacientes que dejándoles hablar y expresarse por sí mismos? Sin información no puede haber decisión acertada, o será fruto de la casualidad, pero esta no puede regir nuestra metodología. Establece canales de comunicación para obtener feedback, a través de encuestas de satisfacción, comentarios en redes sociales o, la mejor manera de conectar, hablando con ellos de forma personal, transmitiéndoles que estás ahí para escucharlos. Si no sabes bien cómo trabajar esta comunicación o quieres mejorar, en este artículo te contamos cómo hacerlo.
Orientarnos hacia el paciente es mucho más que una actitud, es toda una filosofía.
PACIENTES POTENCIALES
No solo son importantes quienes ya acuden a tu consulta, sino también aquellos que aún no lo hacen y no son conscientes de los beneficios que puede recibir de tu práctica clínica y tu saber-hacer. Llevando a cabo labores de investigación podrás saber qué buscan quienes aún no te conocen y cómo hacer para que te tengan en cuenta a la hora de llevar a cabo el proceso de selección de su nuevo dentista.
REALIZA MEDICIONES
Cada dato e información que recibimos de los pacientes es, por muy pequeña que parezca, una oportunidad de mejorar y crecer como profesionales. Es fundamental medir y controlar cada uno de los aspectos que envuelven y componen la experiencia del paciente. Esto te permitirá conocer aquellos puntos más débiles de tu práctica y establecer nuevas estrategias y tomar decisiones orientadas específicamente a solventarlo, sin tener por ello que trabajarlo en global e invertir un esfuerzo en aspectos que ya provocan felicidad en los pacientes. También es importante saber darle a cada uno de estos aspectos la importancia adecuada, para evaluar hasta qué punto debes centrarte en ellos en pos de otras áreas que pueden repercutir más positivamente en la experiencia completa de paciente. Si quieres saber cómo realizar una medición de calidad, echa un vistazo a este artículo.
Y POR ÚLTIMO, COMUNICA A TUS PACIENTES LOS BENEFICIOS DE TU ESTRATEGIA
Haz saber a tus pacientes las mejoras que estás implementando, tus esfuerzos en hacer que su experiencia sea de la mejor calidad posible y que te preocupas tanto por la salud de dientes como por su felicidad desde antes incluso de que lleguen a la clínica dental. Verás cómo recibes respuestas positivas y que os animarán, tanto a ti como a tu equipo, a continuar trabajando en ello.
Recuerda siempre que un paciente satisfecho será tu mayor y mejor influencer.
La gestión clínica implica llevar a cabo estrategias y toma de decisiones que te permitan ofrecer una mejor calidad asistencial a los pacientes y asegurar al mismo tiempo el progreso y la rentabilidad de una clínica. En la Odontología Slow se integran perfectamente los protocolos clínicos con los de gestión y organización, en un diseño para todos aquellos que confían en que a veces ‘menos es más’ y buscan conseguir una atención y un servicio excelente, que consiga la satisfacción total del paciente y del profesional. Si quieres saber más sobre esta metodología, haz click aquí.